Posts by: Anna Ferre

may 072020

Lo que me asusta es vivir

Lo que me asusta es vivir
Salir del nido que me recoge
confinando mis miedos

Lo que me asusta es elegir

entre el riesgo de vivir

y la seguridad de hacer como que vivo;

Y sigo y sigo luchando
Contra la injusticia de un mundo entero
y en la lucha oculto el miedo

Sonrío mientras me adelanto
a posibles riesgos con la falsa fuerza
de viejos ejércitos

Lo veo, y no me rindo,
En mi más tierna inocencia me digo
¡Antes morir que haber vivido!

Lo que me asusta es vivir
una vida que me viene grande,
Que por grande la adoro y por grande la temo

Creí que la vida era mía
con lo que tomo y lo que dejo
pero la vida me vive… solo eso

abr 192020

Más miedo

Claro que tengo miedo.
Miedo de decir lo que pienso
de salir sin guantes
y de sentir miradas de hielo

Miedo de creer lo oficial
y miedo de caer en conspiranoia,
miedo de ser frívola
y miedo de que todo sea solo serio.

Miedo de que el miedo se quede
y de que salir a la calle no me libere.
Miedo de perderme en lo virtual,
miedo de de callar lo gritable y de hablar lo hueco

Miedo a que lo fake parezca cierto
y a que la mentira se me acomode;
Miedo de que buscar la verdad me agote
y de que la verdad inalcanzable me atraviese

Miedo de alejarme más y más de quien soy
Y alejarme más y más de quien eres
Miedo a aplaudir a destiempo
y miedo de no saber perder el tiempo

Miedo a que el confinamiento termine,
miedo a que se me caiga el pelo,
miedo a que el mundo me vaya grande
y a ser pequeña con miedo

Miedo a que la tierra se caliente para siempre
mientras los corazones se congelan de miedo
Miedo de que las almas vuelen sin adiós y sin cuerpo
y de que los cuerpos caminen sin suelo.

Con suavidad le doy la mano a la ternura
y con arrebato abrazo a los que quiero.
Y por si eso no es suficiente conjuro,
con la risa y la música bailo lo que tiemblo.

abr 122020

Concierto desconcertante

Estoy aquí sentada,
esperando que suene, al fin, la música
¿A qué he venido, si no?

Todos los instrumentos en escena.
Sin embargo, el sonido es ruido
y la vibración chirría en cada rincón.

Ni orden, ni concierto, ni dirección.
Afinándose, dicen,
pero oigo sólo cada cual a su son

No puedo soportar esta desafinación.
Escapo fuera y, con un poco de silencio,
siento que todo suena mejor

Vuelvo al salón anhelando armonía
y un poco de dirección.
Sonar a la deriva me agota el corazón.

Recuerdo la música,
cuando cada instrumento
se hilaba sin molestar al anterior.

Aquel orden desconocido
que alguna vez sonó
me falta, lo estraño, yo.

Perdida como chiquita en un andén,
unos van y otros vienen
se oyen, se huelen, se ven.

Sola, desconcertada,
sin concierto,
sin canción.

abr 082020

El lodo

Te escupiré, te gritaré,
te arañaré y te morderé.

Me revolveré en el lodo antiguo,
que aún no secó,
como fiera enjaulada
ante una amenaza que no lo es.

El lodo quedó después de mucha lluvia extemporánea.
Son lluvias antiguas,
sobre un suelo frágil
que no supo o no pudo drenar.

Cuando la fina capa seca de la superficie se rompa,
me debatiré para escapar.

En ese instante serás tú mi enemigo, sí, tú,
porque apenas reconoceré el lodo que me envuelve:
Entonces, en lugar de tomarte como asidera,
te hundiré como si hundirte pudiera sacarme a flote.

Y cuando me agote o te agotes,
ambos más embarrados que antes,
me esconderé avergonzada tras la culpa
de haber errado otra vez.

Me refugiaré tras el miedo difuso
de ser quien no quiero ser,
y tras el terror sofocado
de no querer a quien soy

abr 062020

Fluye el mar

Y si no fuera río, sino mar?
Que las aguas son saladas
de sudores y de lágrimas

Aguas sin cauce
Que bañan continentes
imantadas al corazón de la tierra, silencio candente

En un movimiento sin destino
Sin origen y sin prisa
violento, a veces, y  a veces bailando la brisa

Y si no fuera yo río,
Ni lo fueras tú, ni ella, ni ellos?

Y si fuéramos aguas de mar
Bailando con la luna
O enloquecidas por el viento?

Fluyendo sin rumbo,
Aguas contenidas sin límites y
Historia tejida sin tiempo.

mar 252020

Retirarse

Paramos obligados,
sin soltar nuestra libertad pequeña
¡Como cuesta salir de la rueda!
Y rápido construimos otra rueda paralela

En esta nueva ruedita casera
atiborramos nuestros vacíos
con espacios virtuales, con cháchara
y recetas que parecen nuevas.

Para,
atrévete,
escucha.

(…)

Retirarse hacia dentro
es darse espacio, sin prisa,
para digerir los embates
de nuestras tormentas internas

Retirarse es comprender los movimientos
de nuestras fuertes mareas y
sentir cuan útiles o inútiles
son nuestros diques y nuestras fronteras

Retirarse hacia dentro es
Atesorar el tiempo
Para deshacer y para apropiarse
de la basura que echamos fuera

Retirarse es buscar leña
para encender un fuego,
humano y sagrado,
notando que calienta… y destruye y quema.

Retirarse hacia dentro es sentir vibrar
Un agradecimiento interno
Y celebrar la alegría de saberse,
a ratitos, y con todo, contento.

Retirarse hacia dentro
es acariciar suave y lento
el génesis en el propio ombligo
y fundirse, agua abajo, raíces adentro.

Retirarse es volver a despertarse,
Descansado después del viaje,
y acariciar con las ramas
el aire sonoro del bosque entero.

mar 222020

Cuando llega el momento

Cuando llega el momento, lo sabes.

Tras un revoltijo de emociones,
Tras la incredulidad, la incertidumbre y el miedo
Tras días de dudas y desasosiegos
Tras algunos conflictos y algunos errores.
Un día, así, como si fuera de pronto, lo sabes.

Sabes lo que te importa y lo que cuesta

Y decides pagar el precio.
Y sabes que un día
También esto habrá pasado.
Y quizás serás un poco más consciente
y un pelín más sabia.
Quizás.
Confía

mar 162020

La pandemia del miedo, con o sin coronavirus

Lo confieso, he pasado estos días ya por unos cuantos estados emocionales y mentales muy distintos. Una verdadera montaña rusa. ¡Y lo que nos queda!

Es ella, lo sé, la pandemia del miedo, la que lo explica todo. Llamémosle coronavirus para centrarnos en el presente.

Cuando sentimos miedo, somos capaces de cualquier cosa. Lo primero, proteger nuestra vida… y por increíble que parezca, eso incluye arrasar en los supermercados sin pensar en nada que no sea uno mismo y como mucho las propias crías. Como si la vida de uno, aquí y ahora, dependiera de una bandeja de carne o de un rollo de papel higiénico. El sinsentido del miedo llevado al extremo más ridículo y surrealista.

O bien, nos encerramos en casa para no contagiar y no ser contagiados del virus que, aunque no mata indiscriminadamente (datos objetivos de la OMS) colapsa nuestros servicios sanitarios y puede tocar a nuestros seres queridos más vulnerables. ¿y si no hay recursos para ellos? ¡Hay que aplanar la curva! Obedecemos por miedo y por responsabilidad.

Otros no queremos creer lo que está pasando, negamos la mayor y nos enfrascamos en teorías conspiratorias (algunas bastante verosímiles y otras, pura paranoia también) para así estar entretenidos y despistarnos del miedo, que nos podría asustar.

Otros nos ponemos hipercríticos con los demás, en primer lugar, con los políticos responsables de la gestión de la crisis. ¡Son ineptos! (que hasta puede ser verdad) y así nuestra furia y nuestras racionalizaciones nos ayudan a esconder nuestras dudas.

Algunos sacamos nuestra parte “salvadores del mundo” y nos ocupamos en un sinfín de actividades, algunas muy creativas, para ahorrar a otras personas esos momentos duros que en nosotros mismos, si paráramos y los sintiéramos, nos costaría superar.

Y otros aprovechamos para arrimar el ascua a nuestra sardina… «porque algún día esto pasará» y… a río revuelto, ganancia de pecadores (ay, de pescadores, quería decir) Y así, lejos del hoy, un futuro mejor nos distancia de la sensación de miedo presente. ¿Quién dijo miedo?

Morir, sentir escasez, sentir dolor o enfermar… si alguna vez se nos ha olvidado, ahora lo tenemos de frente. Y si alguna vez se nos ha olvidado que lo que nos pasa a uno de nosotros nos afecta a todos los seres humanos y al planeta, pues, ala, ahí lo tenemos.

Reconozcámolso: no nos gusta mirar el miedo ni sentir la vulnerabilidad de la vida. Como no lo hacemos, como no practicamos, no sabemos lidiar con ello. Son momentos singulares, estos que nos ha tocado vivir, difíciles sin duda. Me gustaría pensar que si los miramos y los sentimos desde la conexión y la conciencia podrán servirnos de aprendizaje, personal y social.

El miedo nos sirve para tener precaución, pero cuando se eterniza nos bloquea. Habrá que salir un día de detrás de las mascarillas, volver a darnos las manos y los besos, juntarnos para celebrar o protestar, según convenga.

Sólo juntos, en el amor y en el dolor, podemos salir adelante como especie. Hoy tal cual siempre fue.  Está en nuestro ADN humano, hechos todos de agua y tierra, cocidos a fuego bajo un solo cielo universal. Frágiles como un jarrón de cerámica, fuertes como un huracán.

ene 302020

Colores del día

  • Perezosamente se levantan los colores del día sobre los tejados y las sábanas, en su belleza, se deshilan sutil y lentamente.

 

1 2 3 4 20