abr 222014

temporal

Azotados por el viento desde fuera, dentro las aguas se revuelven con fuerza, reina el ruido y la confusión. No hay sur ni norte, ni este ni oeste. Quizá cerca -o quizá lejos- el fin del miedo, la inseguridad y el descontrol. Tras el temporal, los muros -que se creyeron inamovibles y omnipotentes- se veran derrumbados… y la arena de la orilla, removida limpia y brillante. Y dentro, quien sabe, quizá se habrá conquistado una nueva fuerza y  nueva libertad.

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