Cristales rotos

Cuando se percató de que sólo eran cristales rotos, 
los apartó cuidadosamente con las manos, 
y ya no le hirieron más los pies.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *