Lejos, lejos
Cuando no sé qué pensar,
cuando se me acerca sigilosamente el desánimo,
Cuando querría hablar
Pero no alcanzo a articular a una corazón, tripas y mente
me gusta mirar lejos.
Todo agua, o todo verde o todo cielo.
Tan lejos, que llego a tocar
Con la punta de las alas que no tengo
La piel más fina y sabia
Que envuelve cuidadosamente lo más cercano a mi misma que poseo.
Y ahí, calma frente al abismo,
Cierro los ojos para escuchar mejor.
Descanso, en tregua, y voy llegando.
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