Morir es un momento

Un día alguien me dijo que morir es un momento. A veces parecería que también nacer es un ‘blup’ de un instante. Todo lo que sucede antes del ‘blup’ es preparación, y lo que sucede después es simple descanso.

‘Blup’ como abrir una botella de vino al sacar el corcho, o de cava, aunque entonces ya no es ‘blup’ sino un sonido más escandaloso, vibrante y alocado.

Y el momento mismo del nacimiento me coge de sorpresa, como si, a pesar de la preparación y la espera, no lo hubiera imaginado ni previsto así. Estoy, aquí, recién nacida como si no supiera de dónde vengo ni a dónde voy, medio aturdida y absolutamente desconcertada. Y sin embargo los pasos, aunque algo aéreos, me llevan a perfumar esta discreta ocasión con un incienso y a regalarme (con dudas y vergüenza) un capricho. En el fondo, sólo porque es bonito y porque me gusta que tenga valor, tal como un nacimiento.

También una vez me dijeron que no importa si la vida es larga o tan breve como unos minutos, lo que importa es haber vivido. Existir. Elixir de amor hecho tierra, aire, mar y fuego. Bienvenida de nuevo, bienvenida a nuevo. Bendito reposo.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *