Si supiera de dónde sale la tristeza, o la inquietud, si supiera… Pero no sé, y me tienta negarlo. Y sin embargo está ahí, a veces. Quizá sea el eco de un pasado antiguo que la memoria borra o esconde; quizá sea un susurro del presente, tan amplio, tan polifacético, tan interconectado; quizá sea una intuición de futuro, que sin estar aún, ya camina.  Perseguiré una razón, con la todopoderosa mente y será inútil. Porque dentro no existe el tiempo, la frontera entre real e imaginado se esfuma y entonces, humildemente. Sólo queda descansar, esperar, mirar por la ventana el otoño, y mirar sin ver lo invisible, para poder sentir y dejar que lo que es, sea.

 

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