Somos lo que somos también gracias a todos aquellos que nos han precedido. Nuestros familiares y antepasados nos han dejado, con su vida y su muerte, un legado. Cuando reconocemos dentro de nosotros este legado, cuando lo valoramos por lo que fue y cuando sabemos renunciar internamente a lo que no fue posible en esta vida y agradecemos lo recibido, cogemos fuerza y podemos soltar sus destinos con amor y respeto para hacernos cargo de nuestros. Cuando soltamos expectativas, enfados y drenamos el dolor sobre lo que su vida (y también su muerte, sobretodo si fue trágica o inesperada) nos causó o causó en nuestra familia, podemos sentirnos apoyados por ellos; dar un lugar en el corazón a los que marcharon, reconocer que ya se fueron y dejar espacio para los que aún viven, todos encontramos un mayor equilibrio y paz. Honrar a los muertos y soltar nuestra dependencia de ellos es necesario para mirar y ver a los vivos y crear vínculos más sanos. Si quieres darte un espacio para ello, estas fechas son tradicionalmente adecuadas.
Puedes participar en la ceremonia para honrar a los difuntos que tendrá lugar en la Sala Hestia de Cardedeu el próximo 31 de octubre a las 19.30h. (aquí tienes los detalles) Sólo tienes que confirmar tu asistencia. (activitat gratuita)