,

Escurridizo presente

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando vibra en nosotros el pasado,

la historia que fue y sigue moviento cada célula?

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando el futuro, más excitante, nos refugia,

o, incierto, nos agita como si fuese real?

¿Cómo quedarse en el presente,

escurridizo y cambiante?

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando nos desborda de amor, o de incertidumbre, o de dolor?

El tiempo no existe para las verdades del alma.

Y paradójicamente,

sólo en el estar y el devenir histórico

de nuestro cuerpo encarnado

podemos vislumbrar instantes de nosotros mismos.

Como un regalo ofrecido, inesperadamente,

de la generosa mano de la divinidad que nos alienta.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *