Dice Claudio Naranjo que «las personas son difíciles de guiar cuando creen que saben las respuestas. Cuando saben que no saben, encuentran su propio camino». Creer en esto es confiar, confiar en mi, en el otro, en que hay camino, y se hace camino, cada uno el suyo, a su ritmo. Esto aprendo día a día en mi trabajo como psicoterapeuta, y cada día despierta con un nuevo desafío: confiar sin «saber», conocerme y conocer desde la presencia plena del ser.
