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oct 162015

ceremonia para los difuntos

Una vez al año, en pleno otoño, tiempo de recogimiento, muchos hombres y mujeres se reunen para recordar, agradecer y honrar todo lo recibido de quienes nos precedieron, con su legado tal como fue.

Desde la Sala Hestia proponemos un encuentro para mirar hacia los muertos con respeto y así tomar conciencia de lo que supone estar vivos. Contactar con la alegría de haber disfrutado de personas que han dejado huella en nuestro camino y que hoy ya no están,  y a la vez dar también un espacio para llorar a nuestros difuntos, poder sentir y expresar el dolor de la pérdida en nosotros y en nuestro sistema.

Pero sobretodo, en esta ceremonia nos juntamos para agradecer y soltar, como el arbol suelta las hojas en otoño, y poner luz y fuerza en nuestro presente. Construir nuestro propio destino honrando todo lo recibido, todo lo aprendido, y caminar bien apoyados hacia nuestra propia vida.

Sábado 31 de octubre a las 19h. La actividad es gratuita. Es necesario confirmar asistencia para la preparación de la ceremonia.

oct 012015

escurridizo presente

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando vibra en nosotros el pasado,

la historia que fue y sigue moviento cada célula?

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando el futuro, más excitante, nos refugia,

o, incierto, nos agita como si fuese real?

¿Cómo quedarse en el presente,

escurridizo y cambiante?

¿Cómo quedarse en el presente,

cuando nos desborda de amor, o de incertidumbre, o de dolor?

El tiempo no existe para las verdades del alma.

Y paradójicamente,

sólo en el estar y el devenir histórico

de nuestro cuerpo encarnado

podemos vislumbrar instantes de nosotros mismos.

Como un regalo ofrecido, inesperadamente,

de la generosa mano de la divinidad que nos alienta.

sep 202015

latiendo la vida

La vida de cada cual tiene un corazón. Esos hilos invisibles que entretejen nuestra historia, nuestro destino, y conforman un corazón vivo que late, que late.  A veces demasiado deprisa, a veces bombeando demasiado poco, a veces con dolor, con miedo o con timidez, a veces con una expansión que quiere abrirse al mundo. Así, nuestra vida va latiendo, en distintos ritmos, momento a momento. Afina, escucha, atiende el latir de tu propia vida. Un día, no sabrás como, alguno de esos hilos invisibles brillará dorado bajo la luz del amor que fluye al fin. Sin saber como has llegado a ese paisaje,  sin entender, tu cuerpo comprenderá un poco más quien eres. Y ese instante traerá una calma y paz infinitas, un latir acompasado. Por unos infinitos segundos sentiras el amor que atraviesa el dolor y te amarás; y esa vivencia quedará para siempre contigo, la llama que nunca se apaga. (Gracias a todos los que el pasado viernes compartisteis vuestra intimidad y vuestra presencia en la sesión de constelaciones).

ago 282015

el regreso a lo cotidiano

Deshaz tus maletas, esas que llenaste de expectativas y deseos ligeros. Deshaz las maletas, que traen ahora las ropas un poco más gastadas y un poco más sucias de caminar lugares nuevos, encontrar gentes nuevas. Respira hondo la gratitud de lo que has vivido en el tiempo que has estado fuera de tu cotidianidad. Todo eso, sí:  comer y dormir mucho y a deshoras, lanzarse al mar o pisar senderos o calles nuevas, hacer cosas que normalmente no haces y que te encantan, incluso esos excesos que, precisamente porque no las haces todos los días, te sientan bien como cuando conquistas una pequeña libertad.

Deshaz tus maletas, recoloca tus cosas y llena tu  cotidianidad con ese relajo sencillo, con ese paso despreocupado. Regresa a tu hogar, hazlo tuyo de nuevo, redecóralo con los momentos de respiración profunda, de risas con cervecita, del cariño de los reencuentros y de anécdotas que en la distancia se vuelven simpáticas. Verás que colocando tus vacaciones a cachitos en distintos rincones de tu casa, tu espacio protegido, el regreso te hace sentir feliz. Y si no, quizá sea momento para ir pensando en hacer alguna que otra obra de reforma o incluso una mudanza.

jul 202015

ir y volver

Ir y volver, tomar y soltar, expansión-contracción. Un mismo movimiento único expresado en mil momentos y contextos, como el latido del corazón, el obstinato de la respiración, el baile de la anémona.

Voy hacia ti, el Otro, y me adentro en tu risa o en tu llanto, en tu alegría o en tu dolor, en tu amor. Por un instante, me siento, confiada me entrego.

En segundos la desconfianza y el miedo asoman. Vuelvo a mi, a ese yo tras mis barreras, vuelvo a una seguridad precaria e incierta. Me separo.

Sé, pese a todo, que puedo ir y que puedo volver.

Cuando estoy en mi, entregada y abierta a quien soy y aquien eres, por un instante en el tiempo y fuera de él, entonces surje el encuentro profundo, mucho más allá del miedo y la desconfianza, el encuentro en que tu y yo nos intercambiamos y nos con-fundimos en la certeza y serenidad de la pura vida, la existencia en el amor, existencia rendida, sin condiciones.

jul 012015

la terapia de verano se llama vacaciones

Los humanos tenemos tendencia a acumular. Acumulamos cosas, conocimientos, dinero, afectos, pertenencias, a veces experiencias… y también cansancio. Cuando llega el calor, el final de curso escolar, llevamos sobre nuestras espaldas muchas horas de trabajo, de conflictos, de gestiones y problemas varios por solucionar. ¡¡Buf!! A menudo obviamos nuestras necesidades y también nuestros límites. No podemos con nuestra vida. Quizá sea entonces cuando las vacaciones pueden ofrecernos algo más que un respiro. Pueden ser nuestra autoteràpia, el momento que necesitamos para contactar con nosotros mismos, para darnos cuenta de como nos cuidamos (o descuidamos), para tomar conciencia de si la vida que tenemos es la vida que queremos. Y así, decidir actuar  con nosotros y con los nuestros, tomando la responsabilidad de lo que vivimos, dando valor y espacio a aquello que realmente hace que nos alegremos de estar vivos.

 

may 252015

cambiar y pactar

Cuando algo no funciona, lo lógico es cambiarlo. Al mismo tiempo un cambio -aunque sea necesario- nos asusta, nos saca de nuestra sobrevalorada zona de confort. Claro que llega un momento que el confort se vuelve incómodo y por ello necesitamos asumir el riesgo de algo distinto. Y esto vale para la vida comunitaria (política) y para la personal. Lo nuevo no es mágico, aunque al principio ver mágico lo distinto nos ayuda a dar el paso, como sucede en la fase de enamoramiento en una relación. Luego viene el día a día. Y ahí, hay que trabajar. Lo nuevo se tiene que ir construyendo. Tras las elecciones, hay que arremangarse. Y del mismo modo que nos sucede dentro de nuestra cabecita ante un cambio, igual que dentro de nosotros tenemos constantemente un diálogo interno con muchas voces, hay que escuchar. Todas las voces tienen algo que aportar. Si las callamos (tipo mayorías absolutas), las minorías se haran oir de la peor manera. Este es el reto, escucharnos, escuchar. No para responder buscando tener la razón absoluta, sino para comprender, pactar y madurar, como personas y como sociedad.

abr 222015

el monstruo incomprensible

La vida es incomprensible. Los accidentes ocurren, todo tiene muchos ángulos, muchos responsables, y a veces ninguno. No todo se puede controlar… en realidad casi nada es controlable. Somos frágiles, es así la existencia humana. La sociedad en la que vivimos está enferma, y nos fragiliza más aún porque nos aleja de nuestro ser natural, de la madre tierra. El mundo que estamos creando no quiere mirar al monstruo. Y así, el monstruo, agazapado entre la comodidad y el miedo, crece. (En recuerdo de los que mueren en el mar buscando un vida, de los que matan sin saber que matan y con eso mueren y de los que dejamos a otros matar, sin querer mirar.)

mar 252015

detrás de la enfermedad, la salud

Partamos de una primera premisa: recuperar la salud es un acto de responsabilización y toma de conciencia de que algo en nuestra vida no nos sienta bien. Curarse es más que llevar nuestro cuerpo al médico para que lo repare, como si fueramos un coche que arregla un mecánico cambiando una pieza por otra. Como humanos, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones se interrelacionan constantemente. Además, estamos conectados de manera no consciente a la historia de nuestra familia, lo que a menudo percibimos como si llevaramos una «mochila». Podemos decir que, a veces, detras la enfermedad se muestran conexiones con las dinámicas familiares que actuan como un obstáculo para la salud, como si por fidelidad con la historia de nuestra familia estuvieramos reviviendo conflictos antiguos en nuestro cuerpo.

Por eso, el síntoma o la enfermedad pueden ser aliados muy poderosos para explorar y darnos cuenta de lo que necesitamos para recuperar la salud y mejorar nuestra vida. A veces lo vemos claro, como cuando tras meses de estrés -por ejemplo por trabajo o preocupación económica- empezamos a padecer ansiedad o nos salen manchas por la piel. Pero no siempre es facil leer qué es lo que está sucediendo y que la enfermedad viene a mostrar.  Con las constelaciones sistémicas podemos acceder a información relevante en muy poco tiempo.  La mirada al trasfondo familiar que abarca varias generaciones es una pieza importante dentro de un concepto de tratamiento integral, a la vez que abre nuevos caminos para que la persona pueda activar recursos de autosanación.

30 de mayo, jornada de constelaciones de síntomas y enfermedades. Con entrevista previa. Más info aquí.

mar 132015

constelaciones ¿esoterismo o terapia? por Ilse Gschwend

«Gran parte del hecho de que las constelaciones puedan ser consideradas esotéricas se debe a que no está del todo claro como pueden los representantes “sentir lo que sienten” y captar con tanta claridad información de otra persona que desconocían completamente.

Desde los conocimientos actuales, las constelaciones se consideran campos en los cuales los representantes entran en una especie de “memoria colectiva” y logran el acceso a la historia de un grupo familiar, sin haber obtenido información previamente. El biólogo inglés Rupert Sheldrake perfeccionó la teoría de los campos morfogenéticos, según la cual la transmisión de información no se da solamente a través de los genes, sino que la energía y sus efectos positivos o negativos también se transporta a través de los llamados “campos mórficos”. El campo se enriquece con cada individuo y cada individuo está “conectado” a él. Entre otras cosas, esta teoría sirve de explicación al hecho de que los representantes, por medio de su percepción, tengan acceso a “la memoria familiar”. C.G. Jung, distinguido representante de la psicología analítica, hablaba hace ya muchos decenios sobre el inconsciente colectivo, al que todos los seres humanos estamos conectados. En este tiempo se han ido añadiendo otros pensamientos teóricos del campo de la neurobiología.

Aun y con todo esto, la experiencia concreta en las constelaciones –y cabe recordar que hay muchos otros tipos de formatos de constelaciones, no solo las “familiares clásicas”- nos lleva una y otra vez al límite de la comprensión, y mucho sigue siendo un enigma.

Sin embargo, más allá de “la espectacularidad” de acceder a esta informacion del campo mediante las constelaciones, los factores esenciales en el desarrollo de la efectividad terapéutica de esta metodología tienen que ver con aquello que causa efecto, aquello que ayuda a las personas y sobre todo con saber que a todos no les ayuda lo mismo. Considero que las intervenciones y los métodos que prometen lo mismo a todas las personas – independientemente de su experiencia vital y de la estructura de su personalidad – no son serios. Desde mi experiencia considero importante que las personas que dirigen constelaciones tengan suficiente conocimiento psicoterapéutico y experiencia práctica de trabajo con clientes, que es lo que más marca su desarrollo personal y profesional. Cabe añadir que el aprendizaje de y con compañeros y compañeras, aquellos que nos sirven de ejemplo (Gunthard Weber, Bert Hellinger, Matthias Varga von Kibed…), el intercambio interdisciplinar, enriquece también la potencia terapéutica del trabajo con diferentes tipos de constelaciones.

Las constelaciones (familiares o de otro tipo) no “sustituyen” a otros métodos terapéuticos y los consteladores y consteladoras cualificados hace mucho que abandonaron esta discusión. Los terapeutas experimentados respetan todas las corrientes terapéuticas, cada una tiene sus posibilidades.Los relatos sobre clientes que tras años de psicoterapia en un fin de semana han solucionado su problema, alimentan la creencia en el “efecto milagroso” de las constelaciones familiares y someten a los consteladores sin experiencia al estrés de tener que lograr lo más rápidamente posible una solución.

Aquel que opine que las constelaciones solas pueden ser utilizadas como “herramientas“ para sanar absolutamente todo está, según mi opinión, totalmente equivocado; un martillo solo no basta para reparar todo lo que se haya roto. Tener una selección de herramientas a nuestra disposición garantiza que los clientes reciban lo que necesitan en su situación actual – y eso no puede ser siempre sólo un martillo. La valoración de qué y cómo actuar corresponde a la terapeuta, y ésta necesita tener suficiente experiencia para ello.

En mi opinión, los parámetros esenciales para este trabajo son el conocimiento, conocer el oficio, intuición, experiencia vital y una humildad férrea. Un punto importante para mí es la experiencia de que no cambiamos los destinos, sino que sólo podemos ofrecer algo – y esto lo podemos ofrecer con todo nuestro corazón.» Ilse Gschwend

(pincha aquí para inscripciones su seminario de C.E. para consteladores en Barcelona a final de marzo)

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